Historia de la familia Pelayo: vencedores de la ruleta

Sin dudas, ganar una enorme fortuna en el casino es el mayor deseo que todo jugador de ruleta y juegos de azar quiere cumplir alguna vez en su vida. Este es el sueño que ha llevado a la realidad la familia Pelayo a través de un método que estudiaba las probabilidades matemáticas junto con las condiciones físicas de las ruletas.

familia pelayo ruleta

Te invitamos a conocer a esta increíble familia que ha dedicado gran parte de su vida a apostar en ruleta y convertirse en una leyenda entre los apostadores más osados.

Te contamos también, en este artículo, que en la plataforma de casino Bodog podrás encontrar distintas opciones para jugar a la ruleta en sus innumerables versiones. Además, podrás jugar con las opciones demo sin necesidad de registro o depósito previo.

Un método que se volvió leyenda

Esta gran aventura comenzó el día en que el madrileño Gonzalo García Pelayo reflexionaba sobre la posibilidad de que ninguna máquina fuera perfecta.

Tomando esta premisa como punto de partida se dedicó a elaborar un sistema y a estudiar las propiedades físicas de las ruletas. Descubrió que ciertos defectos milimétricos en su constitución afectaban la probabilidad de que algunos números salieran más veces que otros.

Este buen hombre se puso manos a la obra acompañado de sus hijos, Iván y Vanesa, quienes comenzaron a concurrir a un casino de la capital española. Durante varias semanas se ubicaron en una mesa y jugaron durante 6 horas seguidas tomando nota de los números que resultaron ganadores.

Esta recopilación de datos era luego depositada en un software que daba evidencias de que algunos números se repetían con mayor proporción.

Ante tamaño descubrimiento, no dudaron en sumar más integrantes a la empresa familiar. Gustavo Pelayo y su equipo ya cubrían todo el horario de 12 horas del casino. El equipo tomaba datos precisos que eran luego eran informatizados por Gonzalo. El resultado de esta fuerza laboral le dio la posibilidad a la familia de ganar 1.500.000 euros.

Nada es para siempre

El casino en el cual realizaban sus andanzas estos apostadores organizados era el Gran Madrid. Sus empleados no tardaron en darse cuenta de que algo andaba mal ya que era muy extraño que un grupo determinado de personas ganara tantas veces. Es así que le vetaron la entrada a la familia Pelayo. De todas maneras, no se dieron por vencidos y realizaron un tour por Europa jugando en los diferentes casinos del continente.

Los Pelayo casi pierden a su jefe

Las Vegas es, sin dudas, el destino más importante para todos los jugadores de casino profesionales. Allí están los mejores casinos del mundo y esto resultaba muy seductor para Los Pelayo.

Ahora debían ser más cuidadosos con los sistemas de seguridad y adaptar sus estudios a las nuevas ruletas para elaborar nuevas estadísticas. Luego de que todas las condiciones fueron óptimas jugaron durante 3 meses y ganaron enormes sumas de dinero.

Lo que ellos no sabían es que les estaban por tender una trampa. Gonzalo estaba jugando como era costumbre, en una de las mesas, y de pronto sucedió lo inesperado.

El número 19, que era considerado el que tenía menos probabilidades, salió sorteado. Quedó atónito cuando salió por segunda vez. Pero el problema fue cuando el número salió por tercera vez consecutiva y Gonzalo Pelayo se desvaneció y cayó al suelo.

Debido a que todos los integrantes del grupo socorrieron automáticamente al jefe, fueron descubiertos. Afortunadamente solo fue un desmayo por cansancio y estrés, y no un infarto, como se había pensado en un principio.

Un As bajo la manga

Si bien Los Pelayo vieron afectada su organización después de este accidente en Las Vegas, Don Gonzalo García Pelayo buscó un nuevo juego para realizar apuestas.

gonzalo garcia pelayo

Es así que ha llevado sus habilidades al campo del poker online creando un método que mejora las probabilidades de tener éxito. Abrió su propia academia, que ya cuenta con Juan Carlos Mortensen como campeón.

El que abandona, no tiene premio

La apasionante historia de Gonzalo García Pelayo nos enseña que la determinación, la iniciativa y el aprendizaje continuo, son herramientas fundamentales para conseguir resultados, en este caso, onerosos.

Un hombre valiente que con inteligencia supo buscar su suerte de manera legal y sin trampas. Un jugador sagaz que supo trabajar junto a una familia, que se mantuvo unida aun con el riesgo de ser descubiertos.

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