Cuando pensamos en Return to Player, queremos saber cuánto recupera el jugador en relación a lo apostado, o qué porcentaje del total de las apuestas se queda con la casa. Por lo tanto, para un jugador preocupado por el retorno financiero, lo deseable es jugar con juegos de alto RTP.
Cuando decimos simplemente RTP de la ruleta o RTP de los tragamonedas, tenemos la obligación de decir que es variable. Esto se debe a que no existe simplemente un tipo de ruleta, del mismo modo que hay muchos tipos de tragamonedas.
Hay dos tipos de ruleta más populares: la ruleta europea y la ruleta americana. La principal diferencia entre estas ruletas es que en la americana hay una casilla más que en la europea: la casilla 00. Al igual que la casilla 0 en ambas ruletas, la casilla 00 también pertenece al casino (es decir, si la bola cae en esta casilla, todos pierden y el casino gana), lo que aumenta enormemente la ganancia del casino. En la ruleta europea la ganancia de la casa es del 2,7%, mientras que en la americana es del 5,26%.
Si la variación del RTP en la ruleta ya es grande, en los tragamonedas es aún mayor. Teóricamente, el programador puede colocar cualquier valor entre 0 y 100%, pero, por razones de mercado, hay un rango más utilizado: los tragamonedas más populares tienen un RTP de más o menos el 88%, mientras que los tragamonedas que ofrecen más del 95% son considerados tragamonedas con excelente retorno.